Hola a todos, ya casi estamos a fin de semana y estos días en mi tienda no paramos, por si alguno tiene curiosidad se llama carnisseria Llach, soy la cuarta generación y a lo largo de los años he incorporado muchas cosas diferentes para no ser la típica carnicería.
Y dejando el trabajo de lado, vamos a por una de mis pasiones, hacer dulces. Hoy os traigo la receta de como una tarta de queso se puede convertir en un petit four (miniaturas de pasteles grandes). Lo he acompañado de una galleta de lima para contrarestar el sabor dulce y un coulis de frambuesa.
Para mi, tan importante es el sabor como la presentación, si no entra por los ojos no te lo comerás y si sabe mal tampoco lo harás, así que hay que cuidarlo todo, haced vuestra propia presentación y seguro que tiene éxito.
INGREDIENTES:
280 gr de queso de untar
200 gr de nata para montar 35% MG
100 gr de queso fresco
50 gr de queso semicurado cortado pequeño 160 gr de azúcar
4 huevos
15 gr de maizena
uva verde para adornar
arándanos para adornar
pequeñas hojas de menta para adornar ralladura de piel de lima para adornar
Para el coulis de frambuesa
150 gr de frambuesas
150 gr de azúcar zumo de media lima
Para la galleta de lima
260 gr de harina común
150 gr de mantequilla sin sal a temperatura ambiente 60 gr de azúcar glass
50 gr de zumo de lima
2 cucharadas de maicena (harina de maiz)
Para el coulis de frambuesa
Añadimos todos los ingredientes en una cacerola y la llevamos a ebullición removiendo poco, lo tendremos durante 10 minutos. La temperatura debe llegar a unos 105o.
Transcurrido este tiempo lo añadiremos a la batidora en un vaso batidor y lo trituramos bien.
Colamos en un colador fino con la ayuda de una espátula y finalmente lo dejamos atemperar. Reservamos en la nevera.
Para las galleta de lima
Precalentamos el horno a 180o
Batimos a mantequilla con el azúcar con unas varillas eléctricas hasta obtener una mezcla cremosa. Incorporamos el zumo de limón y mezclamos de nuevo.
A continuación agregamos la harina y la maizena tamizadas previamente, seguimos removiendo con las barillas hasta que todo se integre bien, hacemos una bola con la ayuda de las manos.
Forramos una bandeja de horno con papel de hornear y ponemos la bola en medio. La tapamos con otra hoja de papel y con la ayuda de un rodillo la estiramos toda hasta tener un grosor de 0,3 cm.
Quitamos el papel de encima y horneamos entre 12 y 15 minutos. Sacamos del horno y dejamos atemperar. Cuando esté fría rompemos unos trozos para trocearlos bien con las manos, así obtendremos la base de nuestro plato.
Para la tarta de queso
Precalentamos el horno a 210o
Mezclamos los quesos y el azúcar. Lo trituramos con la batidora, intentando no dejar ningún grumo, nos quedará una textura suave y cremosa. Incorporamos los huevos y con la ayuda de una espátula los incorporamos bien.
A continuación añadimos la maizena y la crema de leche, mezclamos todo hasta obtener una mezcla lisa.
Forramos una bandeja cuadrada con papel de horno y vertemos la mezcla de ingredientes. Horneamos unos 20-25 minutos con calor arriba y abajo. Transcurridos este tiempo apagamos el fuego y dejamos la tarta 10 minutos más sin abrir la puerta. Retiramos del horno y dejamos atemperar. Luego la tapamos con film y la metemos en la nevera unas 4 horas.
Vamos a por la mejor parte, la puesta en escena
Cogemos un plato cuadrado moderno y con una cuchara vertemos un poco de coulis de frambuesa. Damos golpes al coulis con la base de la cuchara para que salpique el plato. Luego hacemos una tira de galleta triturada encima del coulis.
Cortamos cuadrados de tarta de queso con la ayuda de cortadores de galletas cuadrados y pequeños de unos 3×3. En cada plato pondremos tres, un poco separados. Encima de cada uno un poco de coulis y ralladura de lima.
Enmedio adornamos con un arándano y un trozo de uva. El toque final lo aportan las hojas de menta encima de ellos.
Salteando ideas 