Finalmente después de haber hecho alguna masa choux de mas, ya se porque la primera vez no tuvieron la consistencia que necesitaban y no fue por el huevo, ahora os cuento porque me pasó.
Ingrdientes:
250 ml de agua
5 g de sal
5 g de azúcar
100 g de mantequilla
125 g de harina (sobretodo tamizada)
150 g de huevos (3 unidades aprox.)
1 huevo para untar
Empezamos mezclando el agua con la sal, el azúcar, la mantequilla y lo ponemos al fuego. Dejamos que toda la mantequilla se derrita y todos los ingredientes se integren bien sin necesidad de que hiervan.
Retiramos del fuego, metemos de golpe toda la harina y removemos muy bien. Volvemos a poner al fuego (no muy fuerte) y mezclamos bien la mezcla hasta que la masa se separe de las paredes y quede homogénea *aquí es donde fallé yo la primera vez, la saqué muy rápido y no dejé que la harina me ayudara a espesar.
Retiramos del fuego y vertemos la mezcla en un cuenco y vamos echando los huevos uno a uno, no incorporéis el segundo hasta que el primero no esté bien integrado.
Una vez lo tenemos todo mezclado, ponemos la masa en una manga pastelera y vamos dando forma a los profiteroles. Finalmente los pintamos un poco con huevo para que brillen.
Los horneamos a 200º unos 25 – 30 minutos dependiendo del horno, yo me fío mucho de la vista y cuando veo que ya empiezan a tener un buen color los saco.
Ya los tenéis listos! De verdad que es una masa rápida, ahora solo os queda pensar de que los haréis! Yo esta semana en la tienda los he vendido con rellenos salados, si tenéis curiosidad por el relleno mirad en mi apartado «en la tienda».
Es una masa muy versátil y tiene muchísimas posibilidades, animaos a probarla!
Nota: Por dentro os tienen que quedar vacías como os muestro en la imagen, de ahí que se usen para rellenar.
Salteando ideas 