Os gusta el contraste entre lo dulce y lo salado? A mi me encanta! Soy de esas (aunque suene raro) que se come una rebanada de pan con chocolate y después necesita un trocito de fuet para contrarestar el sabor dulce, aunque si los dos sabores se pueden combinar y equilibrar en un mismo plato… Perfecto!
Esta pizza está hecha con masa quebrada y hay una gran mezcla de sabores dulces y salados, es realmente una delicia, os lo puedo asegurar.
Ingredientes:
1 hoja de masa quebrada
3 lonchas de jamón ibérico
1 paquete de tomates cherry
1 tarrina de queso de untar suave
1 poco de perejil troceado
1 poco de azúcar moreno
1 cucharadita de miel
1 poco de sal de trufa (podéis poner cualquiera)
1 poco de cacao en polvo
2 cucharadas de parmesano rallado
Precalentamos el horno a 200
Empezamos abriendo el paquete de masa quebrada y poniendola encima de una bandeja de horno con papel vegetal.
Untamos la base con el queso crema suave, pero sin pasarse para que no quite el sabor del tomate.
Ahora iremos partiendo los tomates cherry y los iremos repartiendo por toda la masa.
Entre los tomates vamos añadiendo el jamón ibérico troceado con las manos.
Ahora espolvorearemos un poco de azúcar moreno por encima, así contrastaremos la acidez del tomate.
También repartiremos la cucharada de miel y el perejil troceado.
Ya solo nos queda esparcir un poquito de la sal de trufa, un poco de cacao en polvo y me las 2 cucharadas de parmesano.
Aunque os parezca raro el cacao en polvo le da un toque increible!
Si tenéis invitados, los dejaréis atonitos, una mezcla divina.