Hoy os traigo una receta muy sencilla para un tentempié o acompañamiento de un plato de carne, pescado… lo que queráis.
La base es muy fácil, es queso. Este lo podéis modificar como mas os guste, si preferís sabores más fuertes tenéis que escoger un queso fuerte como el parmesano, un seco curado…. si por lo contrario queréis que también coman niños, podéis elaborar la misma receta pero con quesos más suaves y tiernos.
También podéis variar la receta en forma, en vez de un rectángulo haced un círculo, ponéis en medio un palo de pincho, cubrís con un poquito más de queso donde está el palo, horneáis y ya tenéis piruetas de queso.
La verdad es que con esta receta hay tantas posibilidades de mezclar sabores que se hace interminable, así que yo os dejo la mía que es fuerte de sabor, vosotros ponéis vuestra imaginación y a crear!
Ingredientes: (a mi me han salido 12 rectángulos)
50 g de queso semi
50 g de queso parmesano
un puñado de rúcula (pesada y cortada a mi me ha salido 7 g)
Precalentamos el horno a 180º
Rallamos los dos quesos, por la parte fina del rallador.
Luego cortamos la rúcula tan pequeña como podamos y la mezclamos con los quesos.
En una de las bandejas del horno ponemos papel vegetal y con la ayuda de un molde de emplatar rectangular (son los que venden de acero) vamos poniendo la mezcla y haciendo montoncitos. Imporante! no pongáis mucha porque luego quedará blando en vez de crujiente, la capa tiene que ser fina pero tampoco transparente.
Una vez los tenemos todos, horneámos entre 10-15 minutos, depende del horno, cuando veáis que empiezan a dorarse ya podéis sacarlos.
Ya está! habéis visto? si es que más rápido y fácil imposible!