Poco a poco me gusta ir descubriendo platos de todo el mundo.
Depende de donde uno vive, a veces es difícil poder encontrar los ingredientes adecuados para las recetas o simplemente no los encuentras.
Yo siempre intento poner alguna variante para que se parezca en sabor y aunque no sea auténticamente el plato original, se acerca mucho y podemos disfrutar de el.
Hoy os traigo una receta de pollo al estilo tailandés con un toque picante.
Es delicioso, ya lo veréis
Ingredientes:
2 pechugas de pollo cortadas a tiras un poco gruesas
1 huevo batido
1 pimiento picante o un chile
1 cucharada de cilantro
2 cucharadas de sésamo
3 hoja de lima kaffir cortadas pequeñas (sino tenéis podéis usar la ralladura de una lima)
3 cucharadas de harina de arroz fina
2 cucharadas de aceite de oliva (si tenéis usad el de cacahuete para que el plato se parezca más)
Para la salsa
3 cucharadas de salsa de soja
1 cucharada de azúcar moreno
2 cucharadas de zumo de limón
En un bol ponemos el pimiento cortado pequeño, las hojas de lima kaffir o la piel de una lima, el cilantro, el sésamo y el pollo con un toque de sal. Lo mezclamos bien.
Ahora añadimos la harina de arroz y lo removemos bien.
En una sartén, pondremos el aceite oliva o cacahuete y cuando lo tengamos caliente echamos el pollo, vigilando que no se nos queme, si acaso bajad un poco el fuego.
Cuando el pollo está ligeramente dorado, le añadimos (con una cuchara) un poco de la salsa que ya tendremos preparada, luego le damos la vuelta y volvemos a añadir la salsa por el otro lado.
Yo para acompañar el pollo me he hecho una ensalada de lechuga con manzana y queso seco.
Increíble el sabor que tiene y lo tierno que queda cocinándolo así!