La tortilla suele gustar a todo el mundo, tanto si es a la francesa, con patatas, con jamón serrano… y los peques no suelen decir que no a este plato tan fácil, suave y proteico.
Lo que suele costar más es que coman verdura, tanto si es hervida como pasada por la plancha, yo era una de esas pequeñajas que no quería ver la verdura ni en pintura! por suerte con los años he cambiado mucho y la verdura si la puedo ver, comer y según que me encanta como es el caso del calabacín, un alimento rico en agua, fibra, vitaminas y suave de sabor por lo que es fácil poder añadirlo a las tortillas sin que los peques se enteren.
La calabaza igual que el calabacín es muy suave y a la a vez dulce, por lo que ayuda a que no cueste poder introducirlo a la dieta y que les guste.
En esta tortilla mezclaremos estos dos ingredientes junto con un toque de cebolla y veréis como el resultado es un sabor muy suave y muy bueno!.
Ingredientes:
1/2 calabacín grande
la misma cantidad de calabaza que el calabacín
un poco de cebolla rallada
6 huevos
sal y aceite
Cortamos la calabaza y el calabacín a cuadrados finos y los ponemos a freír en una sartén junto con la cebolla rallada, no con mucho aceite, es mejor ir haciéndolo a fuego medio-bajo y dejar que la verdura vaya soltando el agua y se vaya haciendo poco a poco. Echamos un poco de sal y removemos.
Batimos los huevos con un poco de sal.
Ahora ponemos al fuego una sartén antiadherente con un poco de aceite y dejamos que se caliente. Una vez notamos que está caliente, vertemos la verdura y los huevos. Con una espátula vamos dejando que el huevo del medio resbale para los laterales y así luego podamos darle bien la vuelta y no se nos rompa. Cuando vemos que ya está bastante cuajada, cogemos un plato grande y con un movimiento rápido, le damos la vuelta y volvemos a meter en la sartén.
Pasados unos minutos ya podremos retirarla del fuego y saborearla!
No solo es para peques esta tortilla, también para los mayores resulta una cena ligera y buena!!