Si sois de los que os gustan los sabores más bien ácidos, esta es vuestra tarta!!
Preparé esta tarta para celebrar el cumpleaños de mi cuñado y el mío y como aquí está haciendo un calor insoportable, que mejor que una tarta helada y con sabores más bien refrescantes como la lima o la piña.
El toque dulce más bien lo trae el mousse de piña, en medio encontramos la fresa con su explosivo sabor y en la cobertura es donde está la mezcla refrescante de melón con lima, esta última para mi está increíble!
Ingredientes:
La base del bizcocho podéis comprarla ya hecha si vais con mucha prisa! a veces hay que tomar atajos! Simplemente mezclad una cucharada grande de mermelada de fresa con un poquito de agua, calentadlo unos segundos en el microondas, removed y bañad toda la base del bizcocho con ella.
Para la mousse de piña
500 g de piña
500 g de crema de leche espesa
8 hojas de gelatina
50 g de azúcar glass
Para la fresa
300 g de fresas cortadas y limpias
50 g de azúcar
1 zumo de lima (para realzar el sabor)
3 hojas de gelatina
Para la cobertura
300 g de melón troceado (dulce)
50 g de zumo de lima
2 ralladuras de piel de lima
4 hojas de gelatina
Para la decoración
1/2 lima
fresas
hojas de menta
chocolate con menta
Este mousse helado es mejor que lo hagáis el día anterior
Para la mousse de piña. Remojamos las hojas de gelatina en agua fría también para hidratarlas. Calentamos un poco más de la mitad de la pulpa de piña triturada con el túrmix, en un cazo con la mitad del azúcar. Fuera del fuego añadimos las hojas de gelatina escurridas y removemos bien. Seguidamente añadimos la pulpa de piña sobrante así atemperamos la mezcla. Dejamos que enfríe sobre 20/25º.
Ahora montamos la crema de leche. A medio montar incorporamos el azúcar glass sobrante y seguimos batiendo hasta que estén bien montadas.
Cuando ya conseguimos la textura deseada, vamos incorporando poco a poco la pulpa de piña ya atemperada. Siempre con una paleta y con movimientos envolventes, de abajo a arriba, nunca lo remováis en el sentido de las agujas del reloj.
Vamos a coger nuestro molde de pasteles (donde ya tendremos la base de bizcocho lista y bañada con la mermelada) y verteremos la mitad de la mousse de piña dentro. Con cuidado la esparciremos e intentaremos dejarla tan lisa como podamos. La meteremos en el congelador sobre 1 hora.
Mientras haremos la capa de fresa. Ponemos a hidratar las hojas de gelatina con agua fría. Trituramos las fresas junto con el azúcar con el túrmix, bien triturado, le añadimos es zumo de lima y lo llevamos al fuego. Una vez caliente (no hace falta que hierva), escurrimos las hojas de gelatina y las echamos dentro, removed muy bien y reservad en un cuenco para que vaya enfriando un poco.
Sacamos la mousse del congelador y vertemos dentro la capa de fresa. De nuevo volvemos a meter en el congelador sobre 30-45 minutos.
Transcurrido este tiempo, volvemos a sacar el molde y vertemos dentro la mitad que nos queda de la mousse. Esparcimos y alisamos, ¿y de nuevo?…. al congelador otra hojita más!
Mientras prepararemos la cobertura, hidratamos las hojas de gelatina, trituramos bien el melón con el túrmix, añadimos el zumo de lima y ponemos al fuego hasta que tome temperatura. Sacamos del fuego y añadimos la gelatina escurrida, removemos bien, solo nos falta añadir la ralladura de piel de lima. Dejamos que atempere y reservamos.
Ya solo nos falta añadir esta última capa a la mousse y volver a meter en el congelador ahora ya para el día después.
Cuando vayáis a desmoldarlo, pasad un cuchillo liso por la paredes y no tendréis ningún problema.
Solo queda adornarlo un poquito y listo para refrescar con su sabor!!
Nota: antes de comerlo, mejor sacadlo del congelador y metedlo en el frigorífico una hora antes.
Calor con mucho sabor!!!