Hola mundo!!
Ayer me dediqué a hacer un experimento con los croissants. Soy una amante de estos, desde pequeña y si hay algo que me puede hacer perder la cabeza, son ellos. Nunca diré que no a ninguno pero también soy muy crítica de todos los que pruebo, justamente por eso, por lo que llegan a gustarme.
Hacer croissants en casa no es que sea difícil sino más bien«pesado». No se si alguna vez habéis indagado como se hacen pero, requieren de tiempo para ir enfriando la masa cada vez que se hace un plegado y conseguir así el crujiente hojaldre tan deseado.
Hay croissants de hojaldre que son una verdadera delicia pero yo me decanto más por los que por dentro encuentras una textura de «masa aireada» con sabor a mantequilla y que no se rompe como el hojaldre, justamente esta receta. Podríamos definir este croissant como: Crujiente por fuera, tierno y blando como una miga de pan por dentro y con un olor increíble a mantequilla.
En el proceso de la mantequilla está el secreto de este croissant y si sois de los que os gustan las meriendas o desayunos que dejan un magnífico sabor de boca, esta es vuestra receta. Seguid leyendo y veréis.
Ingredientes:
500 gr de harina de media fuerza
40 gr de azúcar
10 gr de leche en polvo (opcional)
8 gr de sal
250 gr de agua
25 gr de levadura fresca
20 gr de agua fría
250 gr de mantequilla para las capas (a temperatura ambiente)
1 huevo para pintar
1 poco de leche para pintar
Vamos a suponer que todos tenemos robot amasadora, solo tendríamos que poner todos los ingredientes en ella menos la levadura, la mantequilla, el huevo y la leche para pintar. Amasar y cuando falte poco para el final añadiremos la levadura disuelta en el agua fría, hasta obtener una masa lisa y de tacto suave.
Sino tenéis amasadora no pasa nada, el proceso es el mismo solo que deberéis estar amasando la masa 10 minutos como en este vídeo. No olvidéis añadir la levadura con el agua fría a medio amasar.
Amasado a mano
Amasado con las dos manos
Formamos una bola con la masa y la tapamos con un paño. La dejaremos reposar a temperatura ambiente durante 30 minutos.
Enharinamos la mesa con un poco de harina, estiramos la masa con la ayuda del rodillo y le damos forma de rectángulo. Ahora ponemos la masa sobre una bandeja y la forramos con papel film. Al frigorífico durante unas 2 horas.
Transcurrido este tiempo, enharinamos la mesa de nuevo y con cuidado ponemos la masa y hacemos un largo rectángulo largo. Ahora nos hacemos con la mantequilla blanda y la esparcimos con la ayuda de los dedos por toda la masa, sobretodo dejad como la mitad de una pastilla para terminar el proceso. Aquí tenéis el vídeo de como hacerlo y los plegados.
Untar la mantequilla
Hace los plegados
La enfilmamos de nuevo y otra vez a la nevera por 1 hora.
De nuevo enharinamos la encimera y estiramos la masa haciendo un rectángulo largo, de unos 75 cm y 28 de ancho. Ahora marcaremos por los dos lados unas señales con el cuchillo de 9 cm (serán la base del croissant)
Cortamos los croissants
Enrrollamos los croissants
Los disponemos en dos bandejas de horno forradas con papel de horno. Batimos el huevo con un poco de leche y los pincelamos. Dejamos que suban a temperatura ambiente libres de corrientes durante 1 hora (el horno apagado es un buen sitio para que suban)
Transcurrido ese tiempo encendemos el fuego a 180 º y mientras se calienta volvemos a pintar los croissant con cuidado.
Los horneamos durante 15-17 minutos. Ahora solo falta tener paciencia para que enfríen y a comer!!
Nota: En mi perfil de instagram encontraréis guardado el proceso y el resultado, tenéis que verlo si aun no os habéis animado a hacerlos.
De verdad que son una pasada y no podréis comer solo uno!!