Esto de la gripe es realmente pesado, después de tres semanas sigo con ella y lógicamente apenas hay ganas de hacer nada suerte que cuando los medicamentos hacen su efecto y hay un cumple familiar por el medio, sacas las fuerzas de donde sea y te animas a pensar un postre para todos.
Hoy os traigo la receta de la panna cotta con sabor a limón, un refrescante postre con un toque distinto a la típica mousse de limón. Yo la he acompañado con un coulis de fresa, ya que estamos en plena temporada hay que aprovechar! La combinación es perfecta y si además lo tenéis toda la noche en el congelador y por la mañana lo dejáis en la nevera… Justo a la hora de comer tiene ese toque muy frio que encanta.
Animaos a hacerla, es muy fácil y muy muy buena!
Ingredientes (para hacer una barra así yo he doblado todos los ingredientes)
500 g de nata líquida 30 % de MG (la de montar)
6 hojas de gelatina
100 g de azúcar glas
60 g de zumo de limón
ralladura de un limón
ralladura de una lima
Para el coulis de fresa
500 g de fresas (cuanto más maduras mejor)
90 g de azúcar
60 g de agua
zumo de 1/2 limón
para la decoración, piel de limón cortada muy fina
Empezamos con hidratar las hojas de gelatina en agua fría.
Calentamos la nata líquida junto con el azúcar glass y vamos removiendo, no hace falta que este el fuego muy fuerte, pero sobretodo no dejéis de remover o se os quemará el fondo.
Retiramos del fuego e incorporamos el zumo de limón y la ralladura de la lima-limón, mezclamos bien y seguidamente incorporamos las hojas de gelatina escurridas.
Ponemos toda la mezcla en vasos individuales o un molde como el que he usado yo, si engrasais el molde con un poco con aceite la panna cotta se os desmoldará mejor.
Dejamos atemperar unos minutos y luego ponemos el bol en el congelador. Yo lo he tenido toda la noche y a primera hora de la mañana, lo he desmoldado y puesto en el frigorífico, así se va descongelando poco a poco y para la hora de comer está listo y muy fresquito para poder degustar.
Yo he acompañado esta panna cotta con un coulis de fresa, este también lo podéis dejar hecho el día de antes.
En un cazo ponemos el agua con el azúcar y ponemos al fuego unos 5 minutos, luego añadimos las fresas troceadas y limpias, dejamos en el fuego unos 10 minutos para que se impregnen un poco y las fresas más maduras pierdan consisténcia.
Retiramos del fuego y lo vertemos todo en un bol para así triturarlo con el túrmix, pero antes incorporad el zumo de limón. Trituramos muy bien y ya solo nos queda colarlo con un colador xino (es el que mejor os irá) sino con otro que tenga los agujeros pequeños para que no pasen las pepitas de las fresas.
Una vez colado lo guardaremos en un biberon de cocina para después poder verterlo con delicadeza en el plato.
Nota: para la decoración de encima de la panna cotta, he usado piel de limón cortada muy fina, la he escaldado solo unos segundos para que se ablande y luego la he rebozado con azúcar blanco, simplemente así!!
Una panna cotta con dos grandes frutas que siempre están divinas juntas! el limón y las fresas.