Que os parece si hoy os propongo una tarta de panna cotta? Para los que nunca la habéis probado viene de italia, en realidad «panna cotta» significa nata cocida. Este postre consiste en cocer la crema de leche al fuego y añadirle los sabores que mas gusten, como la vainilla o el chocolate. Para darle consisténcia simplemente se le añade gelatina neutra y asi adquiere la textura como de flan.
El otro día hice esta inmensa tarta de panna cotta que resultó ser para unas 25 personas, así que las medidas os voy a dar las que yo hice pero si sois menos, lo más seguro, reducid las medidas a la mitad y un molde redondo más pequeño.
Vamos a ello!
Ingredientes:
Para la panna cotta (esto para la primera capa)
600 g de nata líquida 30 % de MG (la de montar)
7 hojas de gelatina
1 vaina de vainilla
120 g de azúcar glas
Para la segunda capa de panna cotta volveremos a repetir el mismo proceso, otra vez todos estos ingredientes.
Para la gelatina de frambuesas
650g de fresas
60 ml de agua
2 cucharadas de azúcar
zumo de 1 limón
5 hojas de gelatina
Empezamos con la panna cotta, hidratamos las hojas de gelatina en agua fría.
Calentamos la nata líquida junto con las semillas de vainilla y la vaina. Agregamos el azúcar y seguimos mezclando.
Retiramos del fuego e incorporamos las hojas de gelatina escurridas y cuando lo tenemos mezclado colamos y vertemos la mezcla en el bol donde haremos la tarta previamente engrasado con un poco de aceite
El bol sobretodo no puede ser de los que se desmoldan, tiene que estar completamente cerrado o se os escurrirá la panna cotta por los lados.
Dejamos atemperar unos minutos y luego metemos en el congelador que cuaje y coja frío durante unos 45 minutos.
Vamos a por el relleno. Trituramos con el túrmix las frambuesas, el agua, el azúcar y el zumo de limón, hasta que quede todo triturado. Cogemos un cazo y lo calentamos (no tiene que hervir, solo estar caliente). Una vez caliente lo retiramos del fuego y vertemos las 5 hojas de gelatina previamente hidratadas. Mezclamos bien y dejamos atemperar unos minutos. Podéis verterlo en un bol para que pierda un poco de frío.
Sacamos la panna cotta del congelador y vertemos dentro la gelatina de frambuesas y de nuevo al congelador. Sobretodo intentad que quede totalmente plano. Sino podéis meterlo plano, dejad la mezcla en la nevera durante unos 45-60 minutos, así la gelatina de fresas cuajará y fácilmente la podréis meter en el congelador.
Finalmente, volvemos a repetir el primer paso para volver a hacer la panna cotta y una vez lo tenemos, verteremos la mezcla encima de la capa de frambuesas. De nuevo hay que volver a la nevera para que cuaje y de nuevo en el congelador durante una noche entera, o por lo menos 4-5 horas.
Esta tarta no se puede hacer sino es congelada ya que hay que desmoldarla y sino está congelada la capa de panna cotta se rompería enseguida, por eso necesitamos que esté así, para poder desmoldarla bien al final de todo.
Una vez tenemos la tarta totalmente congelada, la retiramos del congelador y preparamos una bandeja para ponerla.
Le damos la vuelta, con una mano sujetamos la tarta y con la otra nos ayudaremos para dar unos golpes en el molde, pero eso no será suficiente ya que tendremos que ponerla debajo del grifo, y sin que el agua salga a chorro, mojamos el molde que lo tenemos boca abajo con agua caliente, veréis que en un momento se os delmoldará y podréis ponerla en la bandeja.
Si la hacéis para comer, la podéis sacar del congelador a primera hora de la mañana y la metéis en la nevera hasta que sea la comida. La panna cotta estará completamente descongelada pero la parte del medio quedará un poquito congelada y el contraste es estupendo, por una parte la parte blanda de la panna cotta y el relleno de frambuesa con un poco de textura de helado… realmente genial!
Una tarta nueva para grandes celebraciones!