Hoy os traigo una tarta de queso muy diferente a las que conocemos y realmente deliciosa! Su aspecto es parecido a las demás pero en su textura es donde se encuentra la mayor diferencia, es suave, esponjosa y nada pesante. Su sabor es muy suave por lo que yo le he añadido un toque más de limón y la he acompañado de un coulis de frambuesas, fresas y piña dándole un lijero toque ácido.
Esta tarta de queso es una receta japonesa y su nombre real es «Soft Cotton Cake», es muy fácil y divertida de hacer, solo tenéis que tener a mano una buena batidora o robot de cocina, os encantará!
Ingredientes:
250 gr de queso crema, yo he puesto Mascarpone porque es más suave
100 gr de leche entera
150 gr de azúcar
60 gr de harina normal
60 gr de harina de maíz (Maicena)
6 huevos grandes
50 gr de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
una pizca de sal
un sobre de gasificante como «El tigre, Armisen, Hacendado…»
el zumo de medio limón
ralladura de un limón (sin la parte blanca)
Para el coulis de frutos rojos y piña:
200 gr de fresas limpias
200 gr de frambuesas
50 gr de piña pelada y troceada
30 gr de azúcar
1 cucharada de miel
un poco de agua como unos 20 – 30 gr
2 cucharadas de licor Amaretto (también podéis usar coñac aunque el licor es opcional)
Primero empezaremos por el coulis, es muy fácil! Pondremos todos los ingredientes en un bol para triturar con el túrmix o batidora y lo trituraremos muy bien. Seguidamente dispondremos la mezcla en un cazo para el fuego pero antes lo colaremos con un colador para quitar las semillas de las fresas.
Con el fuego medio, iremos removiendo para que reduzca un poco, espese y el licor se evapore, sacaremos del fuego y pondremos el coulis en un recipiente para que atempere y luego al frigorífico.
Para hacer el pastel necesitaremos un bol de unos 22 cm de diámetro y sobretodo que no se quiten los laterales porque tendremos que ponerlo al baño maria y os entraria agua, que sea de una sola pieza.
Precalentaremos el horno a 160º y pondremos una bandeja grande con la mitad de agua para que se vaya calentando
Empezaremos separando las yemas de las claras.
Ahora en un bol tamizaremos las dos harinas y reservamos.
Empezaremos mezclando con la batidora de barillas o robot de cocina la mantequilla, la leche y el queso crema, os quedará una masa suave y lisa, no tiene que haber grumos. (la primera foto)
Luego añadiremos las yemas, la pizca de sal, el zumo de limón y las harinas, seguiremos mezclando hasta que todos los ingredientes esten bien incorporados, reservamos la mezcla.
Ahora montaremos las claras, es el paso más largo pero si tenéis una buena batidora será un momento. Pondremos las claras en un bol junto con el gasificante y mientras batimos iremos incorporando el azúcar. Os tiene que quedar una textura de merengue y que se aguante bien (la segunda foto)
Ahora cogeremos la primera mezcla donde están las yemas e incorporaremos las claras montadas. Iremos mezclando con movimientos envolventes, de abajo a arriba sin remover en círculos, todo se irá mezclando y no bajaremos las claras. Ahora también es el momento de incorporar la ralladura del limón.
Cojemos el bol, previamente forrado con papel para hornear y verteremos la mezcla llenandolo unas 3/4 partes y hornearemos unos 50 minutos.
Transcurridos estos minutos dejaremos unos 15 minutos en el horno sin abrir para que se asente y no se baje, luego lo dejaremos unos 5 minutos más con la puerta del horno un poco abierta y finalmente lo sacaremos para que atempere.
Lo desmoldaremos y lo podemos decorar con azúcar glass por encima y sobretodo con nuestro riquísimo coulis!!
Os aseguro que es muy agradable de hacer y el resultado es de los mejores que he probado!!
Salteando ideas 