Y para rematar el fin de semana y aprotar una receta dulce… hoy os traigo la receta de la coca de panadero. Una coca con una textura muy blanda, aireada y que combinada con el azúcar y el anís por encima es realmente una merienda o desayuno adictivo.
La capa de encima caramelizada aporta una textura crujiente que combinada con la esponjosidad del pan la hacen única. No es difícil solo tenéis que tener paciencia con el tiempo de levado y conseguiréis un resultado optimo.
Ingredientes:
500 gr de harina para pan
40 gr de aceite de oliva
300 gr de agua fría
10 gr de levadura fresca
10 gr de sal
150 gr de masa fermentada o masa madre
Para adornar
aceite de oliva
azúcar
piñones
licor de anís
Nota importante!:
Sino tenéis masa madre podéis hacer vosotros la masa fermentada. Simplemente reservando una porción de la receta sin la masa madre y dejamos que fermente en la nevera hasta el día siguiente. Bien tapada.
Ponemos en el robot de cocina (o a mano) la harina, la sal, el acéite de oliva encendemos el robot y vamos añadiendo el agua poco a poco hasta que la harina la haya absorvido. Cuando veáis que la pasta se acerca a poder despegarse de las paredes añadimos la levadura fresca a trocitos y la masa madre desmigada. No debéis dejarla mucho más tiempo, solo el necesario para que se hayan incorporado bien las dos levaduras.
Enharinamos un poco la encimera y vertemos con cuidado la masa, formamos una bola sin amasar y la depositamos en un bol cóncavo y tapada con un paño humedecido. La dejamos fermentar una hora.
Transcurrido este tiempo volcamos la masa de nuevo con cuidado con la ayuda de las manos en la superficie de trabajo y formamos unas barras de unos 250 gr cada una sin puntas alargadas. Las tapamos de nuevo con el trapo humedecido y ahora 90 minutos.
Ahora toca darles la forma definitiva. Ponemos papel de horno a la bandeja para hornear. Nos hacemos con una de las barras de masa con las manos aceitadas, la disponemos en la bandeja y con los dedos le damos forma de rectángulo, así con todas. Algo separadas entre ellas. Las bañamos con aceite y la ayuda de un pincel y espolvoreamos algo de piñones por encima. Tapamos la bandeja con papel film y dejamos fermentar 90 minutos más.
Precalentamos el horno a unos 220º-230º
Ya con las cocas fermentadas solo nos falta espovorear azúcar por encima de ellas, no os paséis pero tampoco os quedéis cortos. Horneamos las cocas unos 15 minutos o hasta que veáis que el azúcar se ha caramelizado.
Cuando ya las tenemos listas y recién horneadas las rociamos con licor de anís por encima y que enfríen.
Nota: Vigilad con el horno porqué a mi se me han tostado un poco más de lo que yo quería.
Que olor taaaan bueno que desprenden!!